El dictamen emitido por la Coordinación General de Servicios Periciales de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), establece que el incendio registrado la madrugada del pasado 29 de junio en instalaciones del Palacio Municipal de Naucalpan, se debió a un “corto circuito o arco eléctrico” y “corresponde a un hecho accidental”.
El documento, firmado por Máximo Guzmán Rosas, perito en siniestros, incendios y explosiones de dicha coordinación; que fue entregado este 7 de agosto al gobierno municipal, determina que el origen del siniestro fue un corto circuito en el centro de carga ubicado en la oficina de la Secretaría Técnica del Ayuntamiento, de donde se extendió a las áreas contiguas.
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El Ayuntamiento informó que el dictamen menciona que el centro de carga cuenta con 12 interruptores magnéticos, que presentaban daños en el material aislante por aumento de temperatura, además de que en algunos cables “se observaron diversas perlas, las cuales son una característica del corto circuito en la parte superior del tablero y por encima del plafón”.
El 29 de junio pasado, alrededor de las 04:00 horas, policías de Naucalpan asignados al Palacio Municipal alertaron sobre un incendio en el primer nivel, por lo que bomberos de la localidad acudieron al lugar y sofocaron el fuego.
La Coordinación Municipal de Protección Civil y Bomberos informó entonces, que tras una inspección y análisis de la estructura de concreto, no se detectaron daños considerables que comprometan la estabilidad del inmueble.
Luego del siniestro la FGJEM inició las investigaciones correspondientes para determinar las causas del incendio.
"El citado peritaje determina que la (causa) que originó el siniestro que nos ocupa fue por un corto circuito o arco eléctrico, debido a un aumento de temperatura que continuó por afectar a otros aparatos electrónicos, generando una sobrecarga”.
El documento precisa que la sobrecarga provoca que los cables conductores de corriente eléctrica se calienten y alcancen cierta temperatura, provocando que se derrita su forro aislante, que al quedar expuestos los cables y al estar juntos se generen cortos circuitos que producen chispas y flamazos, los que, al entrar en contacto con algún material combustible provoca que se genere la ignición.