Al sur de Tenancingo y en medio del bosque se encuentra el magnífico Parque Nacional Desierto del Carmen con 530 hectáreas que custodian el Convento del Santo Desierto en el Estado de México.
Cabe mencionar que, aunque en su nombre diga "desierto", no es porque esté en una zona árida, sino que alude al concepto de que es un sitio donde se encuentra la soledad y retiro que buscaban los Carmelitas Descalzos, artífices del increíble convento que aquí te presentamos.
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En medio de la naturaleza encontrarás fauna y vistas
Este Convento fue construido por los Carmelitas Descalzos en el siglo XVIII. Fue fundado en 1797 con un estilo que va de lo barroco a lo neoclásico.
Con el sismo de 2017 tuvo algunos problemas, pero el lugar sigue en pie. Es considerado como patrimonio cultural, histórico y religioso en la entidad, además de que fue declarado Parque Nacional el 10 de octubre de 1942.
En su interior, alberga una estatua del "Cristo de las siete suertes". Se cuenta que la dueña de la escultura la sorteó siete veces entre varias congregaciones, pero en cada una de las ocasiones, la suerte favoreció al Convento del Desierto del Carmen. Cuenta, además, con tres capillas, una con la estatua de alabastro con la imagen de San Juan Bautista, otra de San José y una más de Santa María Magdalena.
El Convento del Desierto del Carmen está situado en medio de la naturaleza, con bosques de pino y encino, así como eucalipto y setos de cedro, los cuales fueron inducidos en la zona. También encontrarás áreas de campamento y comida, caminos de acceso y veredas, así como una zona comercial de alimentos, y artesanías.
En cuanto a la fauna, es el hábitat del ratón de campo, la musaraña, el murciélago, zorrillo, ardilla, gorrión, halcón, lechuza, búho, salamandra y lagartija.
En torno a este Convento, hay miradores llamados “Balcón del Diablo”, “Balcón de San Miguel”, Balcón de San Elías, "Peña Colorada" y “Balcón de Tenancingo”, donde se aprecian los Valles de Malínalco y Tenancingo.
Si visitas el Convento, no dejes de pasar por Malinalco
Quédate con la boca abierta ante las construcciones prehispánicas de carácter ceremonial y militar erigidas por algún grupo local antes de 1476, cuando fue conquistado por los mexicas. Desde ahí puede observarse claramente el valle de Malinalco.
Destaca el vestigio denominado Cuauhcalli o “Casa del Sol”, el edificio principal de este conjunto arquitectónico, labrado en la misma montaña y construido a principios del siglo XVI durante el gobierno del Huey Tlatoani mexica Ahuizotl.
En el interior del recinto se encuentra un águila con las alas plegadas esculpida en piedra y en cuya base existe un pequeño hueco. Ésta se ha identificado como cuauhxicalli: recipiente donde se ofrendaba el llamado chalchiuatl (sangre humana), que era el alimento sagrado de los dioses.