Una de las consecuencias que dejó la presencia del huracán Erick además de las fuertes lluvias, que dejaron varios estragos en varios de los municipios del Estado de México, son las bajas temperaturas que sin lugar dudas ha tomado por sorpresa a la mayoría de los mexiquenses, quienes además de cargar un paraguas o un impermeable, ahora tienen que estar acompañados de una buena chamarra para evitar enfermarse.
El frío en el Estado de México responde a varios factores como los geográficos y climáticos, siendo uno de los principales la altitud que tiene la entidad pues el EDOMEX se encuentra a más de 2,000 metros sobre el nivel del mar, y algunas zonas superan los 3,000 metros, como Toluca, es decir, a mayor altitud, el aire es más delgado y retiene menos calor, lo que provoca temperaturas más bajas. Además, entre los meses de noviembre a febrero, el Estado de México se ve afectado por masas de aire frío provenientes del norte, conocidas como frentes fríos, estos sistemas bajan la temperatura, especialmente durante la madrugada y al amanecer.
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Por si fuera poco, la ubicación del estado en una región montañosa, con presencia de volcanes y sierras, también influye en la formación de microclimas. Algunas zonas, como el Valle de Toluca y municipios cercanos al Nevado de Toluca, pueden registrar heladas, escarcha e incluso nevadas. Finalmente, la baja radiación solar durante el invierno reduce el calentamiento diurno, lo que contribuye a noches muy frías. Todos estos factores combinados explican por qué el frío puede ser tan intenso en esta región.
Seis recomendaciones para cuidarse del frío
Durante estos días que existirá un frío intenso en todo el Estado de México es fundamental tomar precauciones para proteger nuestra salud y bienestar, pues las bajas temperaturas pueden provocar resfriados, gripe, hipotermia o agravar enfermedades respiratorias y cardiovasculares; por tal motivo, a continuación te dejamos algunas recomendaciones para que se cuiden del frío:
- Vestimenta adecuada
Es importante vestirse por capas. La primera capa debe mantener el cuerpo seco (ropa térmica o de materiales sintéticos), la segunda capa debe conservar el calor (lana o polar), y la tercera debe proteger del viento y la humedad (abrigo impermeable). No olvides gorro, guantes, bufanda y calcetines gruesos, ya que gran parte del calor corporal se pierde por la cabeza y las extremidades.
- Alimentación e hidratación
Consumir alimentos calientes y ricos en calorías ayuda al cuerpo a generar energía y mantener la temperatura. Las sopas, infusiones y platos calientes son ideales. También es importante mantenerse bien hidratado, aunque no se tenga tanta sed como en verano.
- Espacios interiores cálidos y ventilados
Mantén la casa con una temperatura agradable (alrededor de 20-22°C). Si usas calefactores o estufas, asegúrate de que estén en buen estado y nunca tapes las salidas de aire. Ventila las habitaciones al menos 10 minutos al día para evitar la acumulación de humedad y reducir el riesgo de intoxicaciones por monóxido de carbono.
- Evitar cambios bruscos de temperatura
Al salir a la calle, cúbrete bien y procura aclimatarte poco a poco. Los cambios de temperatura pueden afectar el sistema inmunológico y provocar enfermedades respiratorias.
- Especial atención a grupos vulnerables
Los niños, personas mayores y quienes padecen enfermedades crónicas son más susceptibles al frío. Asegúrate de que estén bien abrigados y que sus espacios estén debidamente calefaccionados.
- Actividad física moderada
El ejercicio ayuda a mantener la temperatura corporal, pero es mejor evitarlo en exteriores si hace mucho frío o hay viento fuerte. Caminar en casa o realizar ejercicios suaves puede ser suficiente. Cuidarse del frío es esencial para prevenir enfermedades y disfrutar del invierno de manera segura.