COLUMNA INVITADA

El cambio no lo hace quien más habla, sino quien más se la rifa

Me emociona ver que somos una generación que ya no se conforma con ver desde la banca cómo se toman las decisiones

MUNICIPIOS

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Columna Invitada de José Couttolenc Buentello, del 29 de julio de 2025Créditos: Especial

La semana pasada tuve una plática con un grupo de jóvenes que me hizo recordar cuando empecé en este camino de la política. Entrarle a este mundo siendo tan joven no fue sencillo, y no porque faltaran ganas, sino por las etiquetas que me cayeron encima: “no tienes experiencia”, “te falta colmillo”, “mejor espérate tantito”.

Durante la conferencia, me hicieron preguntas sobre cómo incursioné, mi trayectoria o mis causas. Pude percibir cómo me veían, como si yo ya estuviera del otro lado y tuviera todo resuelto. Lo cierto es que no, sigo teniendo las ganas y convicción de aquel día que levanté la mano, dispuesto a esforzarme y chingarle. Porque esto no es de llegar y ya; todavía hay muchas metas por cumplir, convicciones por perseguir y, sobre todo, las ganas de servir. 

Cada vez que hablo con jóvenes que quieren involucrarse me acuerdo de cómo empecé. Me emociona ver que somos una generación que ya no se conforma con ver desde la banca cómo se toman las decisiones. Nosotros queremos estar en la cancha, participar, cambiar las reglas si es necesario. Estamos listos para darlo todo, hasta donde tope. 

Y ojo, esto no va de reflectores. Va de responsabilidad, de tomar decisiones difíciles, de trabajarle duro y dar la cara cuando toca. Por eso siempre lo digo: no basta con querer, hay que chambearle todos los días para alcanzar lo que se quiere. La política real no se hace desde un escritorio, se refuerza desde el territorio, con constancia y compromiso. 

Compartía con estos jóvenes —quienes, por cierto, me parecieron brillantes— que el trabajo no ha sido sencillo, pero hasta ahora ha valido toda la pena. Para mí, no basta solamente con tener ganas, sino con estar dispuesto a esforzarte, trabajar todos los días con disciplina y congruencia. Si haces las cosas bien, tarde o temprano los resultados llegarán. 

También subrayé algo que considero clave: esto es de tiempo completo, paciencia y convicción. Habrá muchos días pesados, puertas cerradas y críticas injustas. Pero también encontrarán causas que los impulsen, personas que los inspiren y, sobre todo, momentos que les recuerden por qué vale la pena. 

A los jóvenes nos toca abrirnos paso y demostrar con hechos que sí podemos. Por eso me gusta compartir, con quienes tienen el deseo de entrarle, lo que ha sido para mí, lo que me ha funcionado y lo que no. Este país necesita gente con ganas, disposición e ideas nuevas. 

Como lo platiqué con ellos, lo traigo a este espacio: el camino no siempre será fácil, pero llegará un punto en el que valdrá la pena si le seguimos chambeando. Porque el cambio no lo hace quien más habla, sino quien más se la rifa.