Los mexiquenses que desperdicien agua como parte de la celebración de “Sábado de Gloria” enfrentarán hasta 11 mil pesos de multa, arresto por 36 horas o servicio comunitario por 12 horas, advirtió la Secretaría del Agua (Sagua) del Estado de México. En un comunicado de prensa, la dependencia indicó que la ley prevé dichas sanciones por hacer mal uso del vital líquido.
Explicó que artículo 32 de la Ley sobre la Prestación de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado en el Estado de México, especifica que dicha conducta será calificada de conformidad con las disposiciones reglamentarias municipales.
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Por ello, las autoridades exhortaron a las y los mexiquenses a actuar con responsabilidad y conciencia en el uso del agua durante la época de calor y durante el periodo vacacional, para evitar sanciones o multas.
Piden a personas evitar el desperdicio de agua
En tal sentido, solicitó evitar prácticas como arrojar agua en la vía pública, mojar a personas como parte de celebraciones, lavar vehículos con manguera y actividades similares que pueden significar hasta 100 litros por persona, útiles para consumo humano.
Y en caso de detectar alguna situación en la que este recurso tenga un mal uso, llamó a reportarlo a los organismos operadores municipales. Asimismo, el Gobierno del Estado de México pone a disposición la línea de atención, 800 2012 489 para el Valle de México y 800 2012 490 para el Valle de Toluca, para recibir orientación sobre dónde reportar cualquier mal uso de agua.
¿Por qué se arroja agua a las personas el Sábado de Gloria?
La tradición de aventar agua el Sábado de Gloria tiene raíces tanto religiosas como culturales. Esta práctica se originó en el contexto del catolicismo, ya que el Sábado de Gloria es el día que precede al Domingo de Resurrección, marcando el final del luto por la muerte de Jesucristo. Durante la Cuaresma, era común que las personas evitaran bañarse como una forma de penitencia. Al llegar el Sábado de Gloria, se consideraba apropiado purificarse, y el agua simbolizaba esa limpieza tanto física como espiritual. Con el tiempo, esta costumbre religiosa se transformó en una celebración más popular y festiva.
En muchos pueblos y ciudades de América Latina, especialmente en México, la gente comenzó a arrojar agua a familiares, vecinos y transeúntes como una forma de diversión. Niños, jóvenes y adultos salían con cubetas, globos o mangueras para mojarse mutuamente, convirtiendo el día en una especie de fiesta del agua. Aunque el significado religioso original se ha ido perdiendo, la práctica ha perdurado como una tradición popular que marca la alegría del fin de la Semana Santa.
Sin embargo, debido al creciente problema de escasez de agua en algunas regiones, varias autoridades locales han empezado a prohibir esta costumbre para fomentar el uso responsable del recurso. Aun así, en muchas comunidades, el Sábado de Gloria sigue siendo un día de juegos acuáticos y convivencia familiar, conservando su espíritu festivo, aunque con un enfoque más consciente del cuidado ambiental.