NAUCALPAN

Vecinos de San Lorenzo Totolinga en Naucalpan temen nuevos derrumbes, pero se niegan a abandonar su vivienda

Aseguran que 15 día antes de que se cayeran toneladas de piedra, reportaron a las autoridades municipales el riesgo; pero los especialistas acudieron hasta que se vinieron abajo toneladas de rocas.

MUNICIPIOS

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Vecinos de San Lorenzo Totolinga en Naucalpan.Temen nuevos derrumbes, pero se niegan a abandonar su viviendaCréditos: Leticia Ríos

Los vecinos de la vivienda donde, el lunes pasado, cayeron 105 toneladas de piedra, de un  talud de 15 metros, en San Lorenzo Totolinga, Naucalpan se niegan a evacuar y abandonar su hogar, pues aseguran no tener a dónde ir; a pesar del temor de que ocurran nuevos desprendimientos.

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Desde hace 22 años Nancy vive en esta casa ubicada en la base del talud

Se trata de cuatro núcleos familiares, que habitan la vivienda, donde las enormes rocas se desprendieron cubriendo todo su patio, destrozando las escaleras para subir al segundo piso, así como dos motos que son su herramienta de trabajo.

En la calle también cayó una gran cantidad de material rocoso, lográndose salvar el altar imagen de una virgen de Guadalupe que ahí se encuentra. Nancy Rojas señaló que en total, el personal del gobierno municipal sacó 24 camiones de piedra del  patio de su casa, pero todavía hay rocas en la parte de afuera.

“El primer día tuvimos un shock toda la familia, andábamos como zombis; pero a partir del segundo día, a darle con todo, al fin y al cabo sabemos que es nuestro hogar, se cayó lo que se tuvo que caer, por algo se cayó e la noche y por algo no nos tocó”.

Desde hace 22 años Nancy vive en esta casa ubicada en la base del talud; actualmente ocupada por 10 personas, entre los que se encuentran cuatro niños, que integran cuatro familias la de ella, la de su abuela, la de una tía y la de una prima. 

“El jefe de Protección Civil nos dio la recomendación de desalojar, tengo a mi mamá a aquí, que ha vivido toda su vida. Ella dice ¿A dónde nos vamos? Ella se queda aquí, nosotros nos quedamos aquí, porque al fin y al cabo es patrimonio de la familia; y si no nos apoya el gobierno uno va a tener que seguir aquí. El albergue que nos brindaban era solo para mi abuela”. 

La vecina aseguró que desde 15 días antes de que ocurriera el derrumbe habían reportado el riesgo del mismo a Protección Civil municipal, porque había ocurrido un desprendimiento de una roca; pero no fueron escuchados a tiempo.

Nancy señaló que los sismos no les atemorizan, porque no se sienten mucho; no así las intensas lluvias sí les generan miedo.

“Ahora nuestro temor es cuando hay mucha lluvia, más ahorita; porque anteriormente estas piedras que se cayeron cubrían mucha lluvia, se mojaba solo la puntita de la piedra, pero ahora  la lluvia va a caer directo ahí; fue lo que le comenté a las autoridades, de qué forma se puede poner una barda, tubos o malla, para que cuando llueva no se siga desmembrando”. 

Explicó que ahora, otro problema que se enfrenta es que se tiene un drenaje abierto, que está pegado en una orilla de la parte alta del talud, y el agua que cae humedece la piedra, lo que ocasiona que se siga desmembrando; además, el crecimiento de las hierbas, también afecta porque abre la piedra.

“El lunes que ocurrió el derrumbe, vinieron los geólogos nos dijeron que van a hacer su trabajo de desmembrar toda esa parte”.

Mientras que el Organismo Municipal de Agua (OAPAS va a reparar el drenaje abierto; pero los vecinos piden que se pueda desviar.

En la parte de arriba del talud el gobierno municipal identificaron a cuatro viviendas que también se encuentran en riesgo, las cuales están ubicadas en la cresta del talud, a todas se les notificó que deben evacuar.